La contaminación ambiental y la lluvia ácida provocan que las partículas contaminantes se adhieran a los cristales del vehículo y formen una película de grasa y aceite en la superficie del cristal, creando velos e impidiendo la correcta visibilidad y la evacuación del agua sobre el cristal.
Cabe resaltar también que las gotas de agua de la lluvia contienen depósitos minerales y ácidos, como el magnesio y el potasio, que penetran en el poro del cristal dejando las comunes y antiestéticas marcas de agua. Además de la conocida parte estética que afecta a la imagen del vehículo, estas marcas de agua de o los restos de contaminación que se adhieren al cristal también pueden afectar a la visibilidad desde el vehículo, haciendo que la circulación sea menos segura.
Con nuestro servicio de pulido de cristales en Santiago, además de eliminar de marcas de contaminación y de agua, conseguimos aumentar la seguridad de todos los usuarios del vehículo y de todos aquellos coches que se cruzan con él en la carretera.